Una vivienda es un mundo, un mundo de rituales cotidianos, costumbres, estados de ánimo, intimidades e interacciones. La idea de resolver cada obra en particular nos lleva a interpretar las necesidades del propietario, satisfacer una estética determinada, plasmar las ideas y deseos, el carácter de la obra está dado por una formal estética moderna de flexibilidad espacial con síntesis funcional y simplicidad expresiva a través de sus materiales.
Sirviéndonos de dos elementos vinculantes para relacionar estos niveles, de distinta índole ambos, uno espacial y el otro funcional. Aprovechando la fluidez que se genera entre la relación interior-exterior, la doble altura y la luz natural que ingresa a todas las plantas de la casa, también en el subsuelo, a través de una placa de vidrio que separa el agua de la piscina del nivel más bajo de la propuesta, el que está bajo la cota cero. En el otro punto la circulación vertical, como una espina dorsal, un ascensor que vincula los tres niveles, estos, distintos todos al nivel de calle generan por si solos un límite visual brindando intencionalmente un poco mas de intimidad al interior de la vivienda.