A diferencia de otras casas proyectadas por el estudio, esta vivienda ha sido concebida para un potencial comitente, definiendo sus aspectos programáticos con quien sería el responsable de la inversión y la encomienda constructiva. Siempre se tuvo en cuenta una propuesta para una familia tipo que contara con una casa que se adapte a los cambios de necesidades que soporta el grupo familiar a través del tiempo, modificando sus necesidades y requerimientos. Se requería una casa distinta, moderna, amplia y cómoda, de unos 300 m2, de allí resulta una vivienda con un programa sencillo y funcional.
Organizada en dos plantas con gran preocupación en la expresión de los materiales y los detalles en donde el manejo de la luz destaca la emocionalidad de los espacios.
Además, la vivienda debía contar con una imagen atractiva con lo cual recurrimos al juego volumétrico y a la sutil combinación de materiales nobles desde el punto de vista constructivo, logrando así una impronta moderna pero perdurable en el tiempo. La austeridad y la ausencia de ostentación son las claves de este buen proyecto, en donde una buena construcción aporta sus elementos y lo mejora aun más.